
Madre, enséñanos a ser humildes como Vos,
así de callados, así de sencillos.
Ayúdanos a guardar las cosas en nuestro corazón.
Donde sólo nosotros y el Señor lo sepamos.
Donde no llega la polilla.
Danos la gracia de estar siempre serenos
aún en las contrariedades. En los dolores.
En las alegrías. En paz y bien.
Amén.
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