Un lugar donde nos encontramos para hablar del Señor y Su Madre, de las maravillas que Nuestro Padre hace en nuestras vidas todos los días (y a veces ni cuenta nos damos), a través del Espíritu Santo. Bienvenidos, Paz y Bien! A Él toda la Gloria
domingo, 31 de octubre de 2010
Nos habla
Cuál es tu problema, hermano? Miedo? Pereza? Falta de fe?
Por qué es que no quieres escuchar Mi llamado?
Sabes bien que Te necesito... Te lo He demostrado muchas veces, Llevándote por caminos de miseria interior, para ver si comprendías lo que Quería decirte... pero creo que no has asumido que en verdad Soy Yo quien Te busca y Te llama y Te necesita.
Si has vivido dolores tan profundos, temores inexpresables, vivencias tan extremas, fue porque el Padre Lo ha permitido, porque Te necesita. Hay tanta necesidad de ti, hermano!
Necesito que Me ayudes a llegar adonde aún no Me conocen o Me han olvidado, Necesito que respondas con pasión de una vez a Mi llamado: si no quieres, dí que no. Pero si tu respuesta es afirmativa, Espero de ti todo, toda tu disposición para Acompañarme en el Camino. Porque no Me sirven las acciones a medias. Necesito compromisos. Pero no temas, Yo te daré la Fuerza y las palabras, Mi Espíritu Se encargará de todo!
Hay un único problema, que debes resolver: es necesario que comiences a orar, Quiero encontrarte cada día en privado, dentro de tu corazón. Es muy importante que no confíes en tus propias fuerzas, porque solo no vas a poder. No sólo llevar Mi Palabra, sino que no podrás vivir tu vida plenamente.
Si no oras constantemente, si no tienes tu mente , corazón y espíritu elevado a Mí a cada instante, no estás viviendo en el Reino. Y no puedes dar testimonio de algo que no conoces en verdad. Te estás limitando a informar, en vez dar testimonio de lo que se siente al estar en Mi Reino. No Necesito historiadores, sino testigos que cuenten lo que pasa si se abren a Mí, si aceptan que Yo gobierne su vida y sus cosas. Del Amor que se siente, de la Paz que envuelve, del Gozo que colma.
Si íntimamente te estás diciendo que eso no lo has experimentado, es que no Me conoces. Sabes que Existo y Me crees, pero no al punto de Dejarme entrar en tu vida de verdad, no Me has dicho todavía “Señor”. Aún no Soy El Señor para ti. Y no es necesario ser consagrado para sentirlo y asumirlo. Sí se necesita ser humilde, reconocer que solo nada puedes, y que si entregas tu vida al Padre, Yo puedo dirigirla. No temas!
Puedes continuar llevando tu vida, pero con tus ojos siempre puestos en Mí, preguntándome frente a cada decisión que debas enfrentar, comprobando la paz que tendrás dejando todo en Mis manos, y confiando en que sólo Quiero para ti lo mejor.
Y eso no te quita libertad. Te hace libre. Porque la Verdad os hará libres, y Yo Soy la Verdad.
Pero tienes el libre albedrío para decidir seguirme o no. Pero si Me sigues, obedéceme. Yo Sé qué es mejor para Ti. Y te sorprenderá sentirte libre, aún sometiéndote a Mí. Has pensado que, en realidad, estás sometido al mundo, a tus pasiones, a tus egoísmos? Ellos te dominan, y no te das cuenta, porque tienes la falsa impresión de ser libre y dirigir tu vida...hacia dónde?
El Reino tiene muchos caminos, elige el que te identifique. Yo no pido más que lo que Sé que te agradará.
No te pido imposibles. Para éso Estoy Yo.
En esos momentos en que te sientes incomprendido, avasallado, juzgado, entristecido, presionado, desesperanzado... has de saber que Yo Te estoy mirando, en espera de que por fin creas que Estoy VIVO, que puedo escucharte y ayudarte, en espera de que Me hables, que Me pidas, que Me cuentes lo que siente tu corazón, que confíes en Mí... porque Quiero ayudarte a avanzar, porque el Padre Te quiere sano, fuerte y feliz!
Pero tú crees que te “comunicas” Conmigo... Abre tu corazón con confianza, reúnete con otros para orar, Yo Me complazco en aquellos lugares donde se Me habla desde el corazón, y no con fórmulas antiguas que se recitan sin sentir. Todavía tienes un corazón de piedra, pero Yo puedo cambiártelo por uno de carne. Ya Sé que piensas que sí sientes, y es cierto, sientes el dolor de los demás y el tuyo, pero no el Mío!!! Para éso necesitas abandonar tu resistencia a Mi acción, necesitas rendirte a Mí; imagina que te relajas en brazos de quien más quisieras que te abrace porque así te sentirías seguro y dormirías confiado; luego, pon Mi rostro sobre el de esa persona, y siénteme a Mí rodeándote amorosamente con Mis brazos, acunándote. Descansa en Mí. No es una manera de decir. Es real! Porque de verdad Estoy vivo, no es una ilusión ni algo que te contaron para que no te asustara la idea del fin, de la muerte. Estoy tan Vivo como tú, sólo que no puedes Verme con los ojos físicos, aunque aprenderás pronto a Verme con los del corazón. Y de verdad Me verás, y Me escucharás. Porque Tengo mucho que enseñarte, mucho que decirte, mucho que darte de Mí, para que cada día te conviertas más en Mí.
Decídete por Mí, allí donde estés. No Me importa tu condición, Te amo como eres.
Puedes Llevarme allí donde vayas, Necesito más que nunca que des testimonio de Mí. No calles! Ahora es el Tiempo. Si dices estar Conmigo, testifica. ¡Reúne a Mis ovejas dispersas, Ayúdame! Júntate con otros y háganlo juntos, porque Yo estaré en medio de ustedes.
Pero decídete. Es la Hora en que todo se decidirá. Y el que no recoge Conmigo, desparrama.
Te Estoy esperando, será una alegría Encontrarme contigo.
Jesús
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A veces nos da miedo orar. Huimos del silencio, de la escucha, del temor a sentirnos solo, pero basta acercarse con el corazón y la confianza a la oración y uno descubre que allí era esperado con amor y ansia.
ResponderEliminarFeliz fiesta.
Un saludo
Angelo, bienvenido!!! Es cierto, nada más hermoso que sentirse inundado del Amor de Jesús, que nos habla en la oración.
ResponderEliminarFelicidades!
Abrazo
Hola Susana,
ResponderEliminartu entrada me ha llenado de consuelo. Gracias
Un saludo!
Hola Ana Belén, bienvenida! Tus palabras me alegran el alma, porque compruebo, una vez más, que fue el Espíritu Santo el que ha hablado.
ResponderEliminarGloria a la Santísima Trinidad por el consuelo de tu corazón!! Gracias por tu testimonio.
Paz y bien, abrazo