Amado mío, te necesito! Abrázame, Señor,
y abráceme el Fuego de Tu Corazón...
Mi alma sufre, por los desatinos, incoherencias,
malos tratos, durezas, desplantes, mentiras...
El camino se ha tornado yermo y espinoso,
las vertientes se han secado...
Has secado la higuera,
ya no da más fruto.
En esta hora de cintos ajustados
imploro Tu accionar, Jesús.
Ruego no tengas en cuenta tanto pecado
a mi alrededor, y perdones los míos,
los nuestros, los de ellos,
y no mires tanto fango,
antes mejor mira nuestra Fe,
socórrenos,
líbranos de tanta esclavitud.
Llévanos a cauces serenos,
a modestos lugares sanos...
Queremos transitar por sendas del bien,
no tener que mentir...
Danos la fuerza para decir basta,
Tu mano Providente.
Jesús, en Vos confiamos!
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido, gracias por acompañarme! Si quieres, puedes dejar tu pensamiento aquí. Bendiciones