Santa Ana, mujer admirabilísima, fue la Santa madre de la Excelsa y siempre Virgen María, es decir, también la Abuela de Jesús...junto a San Joaquín, su Santo esposo, acompañaron a la Dulce María en sus primeros años hasta su presentación en el Templo, donde la dejaron para cumplir su promesa a Dios de consagrarla a Él. Aleluya! Recordemos a Santa Ana en nuestras oraciones, y tengamosla por fiel intercesora nuestra también, porque está muy cerca del Señor y de nuestra Madre en el Cielo, junto a San Joaquín y San José.
Oremos:
Responsorio de Santa Ana:
Si buscas esos dones celestiales
que el Hijo de la Virgen bien amada
da de un modo especial a los mortales,
por medio de Su Madre Inmaculada,
Ruega a Santa Ana y verás propicio el albo lucero;
y si acudes a Santa Ana con tus súplicas y ruegos,
no serán desatendidos, no serán vanos, por cierto.
Y si tu corazón fuera invadido por la amarga tristeza,
y si los males del cuerpo te afligieren,
o la adversa suerte te combatiere ay! implacable,
Ruega a Santa Ana y verás propicio el albo lucero;
no serán desatendidos, no serán vanos, por cierto.
Si perturbada fuera la apacible tranquilidad,
la paz dulce del alma,
y si tu pecho agitan los pesares
y espíritus malignos le amenazan,
Ruega a Santa Ana y verás propicio el albo lucero;
y si acudes a Santa Ana con tus súplicas y ruegos,
no serán desatendidos, no serán vanos, por cierto.
(del librito Gloriosa Santa Ana, 1944)
Gracias, que el Señor derrame su gracia en tantas madre que como Santa Monica viven el sufrimiento de sus hijos,gracias.
ResponderEliminarAmén, me uno en tu y sus oraciones por esta intención! Dios te bendiga y María te cubra con Su Manto amoroso, gracias por estar aquí!
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