Ayúdanos a ver, Jesús!

Jesús, ayúdanos a comprender que nuestro Padre nos hizo libres y así nos quiere; que el libre albedrío es el mayor regalo que tenemos, el poder decidir.

Ayúdanos a ver que nuestro Padre no es "el titiritero" que mueve los hilos de nuestra vida a Su antojo, sino que somos nosotros mismos quienes a cada momento estamos eligiendo, para bien o para mal, nuestras acciones. Elegimos qué hacer, cuándo, cómo; elegimos qué pensar de otros, cómo reaccionar ante los demás, qué palabras de bendición decimos o callamos; elegimos querer perdonar o seguir enquistados en nuestros rencores desgastantes. Tantas cosas estamos eligiendo permanentemente, sin percatarnos! Ayúdanos, Jesús, a darnos cuenta.

Ayúdanos a ver, Jesús, que hasta podemos elegir seguirte o no. Enséñanos que no podemos solos, aunque así lo creamos. Que es mejor con Vos. Que es mejor si, aún sabiéndonos libres, Te consultamos antes de tomar nuestras decisiones, si Te pedimos ayuda para enfrentarnos a quien nos molesta, si... tantas cosas más!

Si sólo pudiéramos pensar "qué haría Jesús en mi lugar?", tantas cosas haríamos de forma diferente! Ayúdanos, Señor, a poner nuestra libertad en Tus manos, para que seas Vos quien dirija nuestros pasos, dándote a Vos autoridad sobre nuestra vida y nuestras cosas.

Y líbranos, Señor, de caer en esta tentación:

"Me aprieta el zapato: ¡La culpa es de Dios
que no afloja mis cordones!
Estoy feliz: ¿Quien es Dios para que
yo deba rendirle cuenta?"

Amén